El pasado 21 de julio fuimos invitados/as/es a comparecer con motivo de la tramitación del
Proyecto de Ley de uso estratégico de participación de la comunidad educativa en los centros docentes en Aragón. A continuación reproducimos nuestra intervención íntegra:
Buenos días. En nombre de la asociación Magenta, de sus 262 afiliades, afiliadas y afiliados, agradecemos la oportunidad que nos brinda las Cortes de Aragón para comparecer en esta Comisión y dar nuestra opinión en el proceso de elaboración de la Ley de participación de la comunidad educativa en los centros docentes en Aragón.
Nos congratulamos de que Aragón vaya a contar próximamente con una ley de fomento de la participación. Y de los conceptos axiales que contempla
- educación para la participación
- participación educativa,
- cultura participativa,
- O comunidad educadora…
Sin duda, esta ley sitúa a la Comunidad Escolar y a todos sus componentes como sujetos activos y no en objetos de intervenciones externas. Por tanto, desde nuestra entidad consideramos que esta Ley facilitará los procesos de participación ya existentes en los centros educativos aragoneses y que contribuirá a incrementarlos.
Esta Ley, además, incide en contemplar a todos los agentes de la comunidad educadora, y que ésta eduque en igualdad, propiciando el conocimiento de las distintas formas de sentir y la solidaridad entre las personas que forman la comunidad educativa y la sociedad.
En este sentido, hubiéramos querido que esta Ley avanzará más en el reconocimiento de las distintas realidades LGTBI+, su situación de desigualdad y la necesidad de contemplar una participación incluyente para todas las formas de ser y amar.
Porque, pese a todos los esfuerzos institucionales y sociales, en nuestro país sigue existiendo la lgtbfobia. También en nuestras aulas. Y los estudios así lo atestiguan[1]
La investigación de la COGAM analiza las fuentes de homofobia en el alumnado de Secundaria según su orientación sexual. Entre los estudiantes heterosexuales, el 41,84% cree que el profesorado hace poco o nada ante un caso de acoso homofóbico y el 31,91% percibe discriminación en su instituto. En el caso del alumnado LGB se obtienen resultados similares, siendo las fuentes principales de la homofobia el rechazo familiar (49,66% de los alumnos), pasividad del profesorado (44,71%) y la percepción de discriminación en el instituto (38,01%)
Este escenario exige elaborar estrategias para concienciar a los jóvenes heterosexuales acerca de su responsabilidad como aliados en la lucha por el respeto hacia personas LGTBI; así como en la prevención de la discriminación. Es necesario también elaborar estrategias para promover espacios seguros en centros educativos y abordar las situaciones derivadas del bullying homofóbico.
Esperamos que esta Ley sirva para ello. Para hacer ver y cuestionar los privilegios instaurados en la heteronormatividad. Para fortalecer la reflexión crítica y los valores tolerantes, inclusivos y enriquecedores de la diversidad, con el fin de conseguir aulas libres y diversas.
Gracias por habernos escuchado
[1] N. Martínez-Gómez. DISCRIMINACIÓN LGTBI EN LAS AULAS. 2019 y INVESTIGACIÓN HOMOFOBIA EN LAS AULAS. COGAM 2015.